Manual del buen paseante


Carl Honoré (el señor que ha escrito el prólogo) se pregunta que ocurre cuando caminamos con el ánimo del buen paseante, y nos recuerda, aunque de eso también se encargará el autor de este álbum, que un paseo
no es un simple poner un pie delante de otro y ya está, a pesar de que con este movimiento podamos llegar hasta la China, o lo que viene a ser lo mismo que trasladarnos de un punto A a un punto B. Pues no, la cosa no es tan sencilla. Un buen paseante tiene, en primer lugar, y esto lo digo yo, que querer serlo... y ahora paso a enumerar las características que, según este encantador librito, nos hacen falta para llegar hasta la China, si nos lo proponemos, siendo unos requetebuenos paseantes. A saber:

- Un buen paseante debe pasear cuando le apetece...... ¡Hasta ahí podiamos llegar, que nos obligaran!
- Un buen paseante nunca tiene prisa... pero no cuenta ir de comprar, ni siquiera aunque vayas con mamá.
- Un buen paseante es un gran observador..... lo dicho, no vale observar los escaparates, y menos si son tiendas de chuches (¡con lo malas que son para los dientes!)


- Un buen paseante se fascina ante lo grandioso.... cómo este precioso árbol
- Un buen paseante es cortés.... y no sólo con la gente que nos mole, con tooooodo el  mundo


- Un buen paseante, a menudo, toma nota de sus pensamientos..... ¡vaya!....esto es interesante...lo anotaré
Tan sólo hay una cosa que no me gusta.....



 .....queun buen paseante fume, aunque sea en pipa y el tabaco huela a vainilla y canela....

Un álbum inspirador, curioso, fresco, práctico, entrañable, sencillo... Sus ilustraciones son así... pero a mi modo de ver tiene un fallo. No podemos enseñar a los niños unas normas de comportamiento sano, si les estamos enseñando un señor que camina fumando, o fuma mientras camina....con lo malo que es hacer ambas cosas a la vez..... ¿No?.... digo yo....

(Tit: Manual del buen paseante. Juventeny, R. Faktoría de Libros, Kalandraka 2014)

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