Las hadas de Cottingley
"Cuando éramos pequeñas mi prima Elsie y yo pasábamos las tardes de verano en el bosque"
Nadar en el arroyo, trepar a los árboles, dormir a la sombra de un viejo roble... No puede haber nada más mágico, ¿o sí? Bueno, puede que jugar con los seres diminutos estuviera en esa categoría.
Hadas, duendes, gnomos, elfos, todos ellos reciben el nombre de seres feericos, gentecilla, o habitantes del país de las hadas. ¿Existen realmente o son solo producto de nuestra imaginación? ¿Nuestra imaginación puede engañarnos? ¿Nos dejamos engañar porque nos encanta creer en hadas?
Esta es la historia de un engaño... un engaño de papel y tijeras, un engaño con unas fotografías que dieron la vuelta al mundo, que se hicieron muy famosas, porque mostraban la clara existencia de las hadas. Unas fotografías que hasta Sir Arthur Conan Doyle dio por buenas. Unas fotografías que contaban una historia que los adultos, no pudieron ni quisieron admitir, así que, si, la historia de un engaño, pero... ¿para quién?
Ana Sender hace una versión muy particular de esta historia real, cuya conclusión queda a la imaginación de cada cual... dependiendo de las ganas que tenga de creer en los seres diminutos. Yo estoy dispuesta a dejarme engañar ¿Y vosotros? Recomendable para todas las edades...si creéis en las hadas aún más.
(Tit: Las hadas de Cottingley. Sender, A. Tres Tristes Tigres 2017)
Para saber más del tema recomiendo El misterio de las hadas de Arthur Conan Doyle (Olañeta, 1998)
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