Un día

 

Dos amigos se encuentran en plena calle. Uno en una acera, el otro enfrente. Les separa un paso de cebra. Aquí comienza la aventura, ¿quién dijo que la ciudad es aburrida?

«-No, ¡espera! Había olvidado decirte que tienes que usar un casco».

¿Un casco? Para qué demonios querrán un casco si solo tienen que cruzar la calle…

Pues es lo que tiene el poder de la imaginación, y no cabe duda de que la autora de esta historia posee una imaginación desbordante. Las franjas del paso de cebra se convierten en olas gigantes de un mar encrespado en cuyas aguas nadan todos tipo de peces: enormes, pequeños, diminutos, horrorosos, abismales, abisales...

«-¡Creo que puedo alcanzarte!

- Parece que enseguida nos encontraremos».

Lo que estos amigos ignoran es que el mar esconde otros muchos secretos. No es posible, puedes llegar a pensar. ¿Qué más pueden ocultar las aguas de este peculiar océano? ¿Bulbos, enormes insectos, culebras y pájaros, ojos saltones y plantas carnívoras? ¡Nooo! Pues sí. ¿Y eso es todo? Pues claro que no, porque los pinceles y los lápices de colores parecen haberse vuelto locos y han creado todo un mundo de fantasía que parece crecer hasta el infinito. Hasta el infinito y más allá, si.

¿Dónde acabarán? ¿Se encontrarán en algún momento? ¿Siguen en la ciudad los dos amigos o sumergidos en el océano que hay bajo la calle? ¿Y de dónde han salido todos esos extraños seres? ¿Quién es Aleteo?

Esta historia es un homenaje al poder de la imaginación y un ejercicio práctico de visualización que cualquiera podría llevar a cabo... Bueno, tal vez no, no es tan sencillo.¿Cuántas veces has esperado a que un semáforo cambiase de color mientras pensabas en las musarañas? ¿Y en cuántas de esas ocasiones tu imaginación ha echado a volar? Porque somos muchos los que parados en ese semáforo, esperando a poder pasar, nos hemos puesto a cavilar en nuestras cosas, pero pocos (de ahí la originalidad) los que se sacan de la manga un mundo de olas encrespadas, monstruos marinos, peces de colores y plantas carnívoras que desemboca en un universo colorido, caótico, pero sobre todo mucho más divertido.

Así lo explica ella misma.

«Un día cualquiera estaba de pie frente a un paso de cebra. De repente, las rayas negras y blancas se retorcieron, pero luego enseguida se calmaron. Alcé la vista y ví un barrio maraviloso del otro lado de la calle. Disfruto de la fantasía que se asoma a través de los resquicios de la vida diaria. Cuando los paisajes familiares se vuelven extraños surge la inspiración».

Sunjung Suh ha creado un mundo fantástico a partir de ese anodino paso de cebra en el que todos esperamos a diario. El resultado es un álbum muy peculiar, con unas ilustraciones, que parten del blanco y negro, llenas de pequeñas explosiones de color de donde emergen los más extraños personajes. Sorprendente descubrimiento.

Un día (Sunjung Suh. Océano 2022)

Sunjung Suh


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