El hombre que entraba por la ventana

"Erase una vez una muchacha, Melania la Fuente, que miraba de frente y amaba fuerte"
Un historia de una perdida, de un reencuentro, de una esperanza, de una tristeza. Tan triste como un fado, tan hermosa como un fado. Ilustraciones de Gabriel Pacheco, como siempre, maravillosas, con una nota musical roja que aparece, de vez en cuando, en alguna página, como único color.
"Cuando parece que un fado se muere, aún guarda una nota secreta (...) y la deja escapar lánguida como el olor de las flores de los tilos al anochecer".
La última imagen del libro es una figura femenina en un cementerio frente a una lápida. Llueve y todo está gris, menos su paraguas azul y la brizna celeste que parece nacer en el mármol.
Bellisimo.
(Tit. El hombre que entraba por la ventana. Moure, G. Ilustraciones Pacheco, G. Ed. SM 2010)
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