El regalo


Yo no se que me pasa este año con los libros que estoy eligiendo, que no me terminan de convencer. ¿Habré perdido el olfato librístico? No os asustéis, lo digo por los que no me conocen, los demás ya sabéis de mi tendencia a inventar palabras, o a utilizar determinadas palabras cuando no se debe. ¡Oinssssss, me gusta juguetear! Pero bueno, a lo que ibamos, que otra vez os traigo un álbum que...no sé, os explico...
La historia de El regalo, es de una gran ternura, pero... no sé, no me convence el final. ¿Y qué cuenta para que yo me lie tanto, y si yo me lio, que ya soy mayorcita, los peques.....? No sé, bueno, comienzo ya que si me enrollo no termino nunca.

Nicolás entra cada día, a hurtadillas, en el despacho de su padre para asegurarse que el regalo sigue ahí, en lo alto del armario, arriba del todo. Para eso, claro está, tiene que coger una escalera. Una vez arriba, y tras apartar unos cartones viejos y ponerse de puntillas...¡ahí está!. Una preciosa caja azul con una gran lazo dorado. Si, efectivamente, el regalo sigue ahí. Entonces viene la comprobación: sacudirlo suavemente, escucharlo. Si, suena a regalo. ¿Aqué suena un regalo, os preguntaréis? Pues eso depende del regalo que  sea, pero todos tienen el suyo propio, creo yo. El regalo es lo más importante para Nicolás, tanto, que sueña con el a todas horas: en el colegio, cuando vuelve a casa, cuando se baña.... ¡HASTA DURMIENDO!
Entonces llega el gran día, el momento de entregar el regalo, cuando llegan a casa los invitados, se hace una comida especial, y la mesa está llena de cajas con enormes y preciosos lazos, aunque no tan bonitos, e importantes como el que llevará el pequeño Nicolás tras sus brazos... ¿Es un cumpleaños? ¿De quién? ¿Qué hay en la preciosa caja azul?....

Y aquí es donde yo me lio, porque lo que hay en la caja es...¿O puede que sea la caja misma? ¿O es que la caja se convierte en...? No sé si los niños van a sacar la misma conclusión que yo, pero si es así...no me gusta. No os puedo contar más, si no os chafo el final.
Las ilustraciones lo dicen todo, están muy conseguidas porque son muy sencillas, sin apenas colorido precisamente para resaltar la caja y el lazo, pero son muy explicativas, y acompañan perfectamente al texto. Sólo una cosa más, es que no puedo resistirme.... ¿Puede un regalo salir volando, así sin más, por la ventana? ¿Cómo os habéis quedado, ehhhhh?
(Tit:El regalo. Laroche, A; Augusseau, S. Tramuntana, 2013)

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