La lógica cotidiana de la felicidad
Es este un libro para los que aman el fútbol, pero no sólo eso, es este un libro para los que aman la vida por encima de todo. Por encima de problemas familiares, físicos, amorosos, mentales... Porque la vida cobra sentido con pequeñas cosas como unos buenos guantes de portero, una comida de domingo en familia, o una partida de ajedrez. Quizá algún lector conozca el trastorno de Asperger. Leonard, el niño coprotagonista de esta historia lo padece, y su tío Vincent, se ve obligado a convivir con él durante una semana. Una semana que se convierte para ambos en la más importante de sus vidas. Un adulto que debe aprende de nuevo a amar, perdonar y disfrutar de la compañía de los otros, porque el niño que lleva dentro se encuentra todavía herido. Su sobrino le enseñará, a pesar de su modo peculiar de sentir las cosas, lo verdaderamente importante.
Tío y sobrino descubrirán juntos el valor de la amistad y el amor compartiendo horas de fútbol, eso si cada uno entendiéndolo de un modo diferente. Vincent desde la pasión de un profesional que vio truncada su carrera por una lesión, y Leonard desde su pasión por el ajedrez, demostrando que ambas disciplinas tienen mucho en común.
Mucho mejor el título original (La surface de reparation) que hace referencia al punto de penalti (área de castigo en español) y que es una de las claves del libro. Una historia de amor que comienza, la reconciliación de unos hermanos, la verdad que acaba saliendo a la luz... Agradable y fácil de leer, aunque no sea un gran libro.
(Tit: La lógica cotidiana de la felicidad. Gillot, A. Alevosía 2015)
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