La foto de Portobello



"... Ángela tenía la impresión, al cabo de la jornada, de que el principal enemigo no era la enfermedad, sino el poco aprecio que algunas de las personas sentían por sus vidas, y el empeño que ponían en perderlas o en malograrlas"

Si, este es un libro que habla de enfermedad. una muy común entre adolescentes, de la que se habló mucho hace unos años, y a la que ahora ya no se da tanta publicidad: la anorexia
En este libro de habla de ella, y de cómo los adultos, a menudo, con la intención de arreglar las cosas, lo único que hacen es empeorarlas. Aunque no siempre es así, claro, menos mal.
La protagonista es Sonia (16 años) y tiene anorexia, aunque ha tardado mucho, no en descubrirlo, sino en aceptarlo, exactamente como le pasa a su madre, que no quiere siquiera escuchar esa palabra. ¿Cuál es el motivo? ¿Por qué una chica de esa edad, sin problemas aparentes, decide dejar de comer hasta morir? ¿Por qué se mira al espejo y no se reconoce? Sonia  siente que no pertenece a ningún lugar, que nadie la quiere lo suficiente, que no tiene nada, y lo que es peor, a nadie. Y acaba internada en una unidad especial de un hospital de Alicante, donde convivirá con otras enfermas, en sus mismas condiciones, o peor aún, si ello es posible, que lo es. Porque con sus treinta y dos kilos ya no se sostiene, y en el hospital intentarán hacerla subir de peso, con buena voluntad, o a la fuerza, ella decide, está en su mano. Las charlas con el psiquiatra son muy reveladoras:

"Las matemáticas tienen la ventaja de enseñarle a una la costumbre de pensar fríamente, sin pasión (...) Una se limita a resolver los problemas sin sentirse - titubeó buscando la palabra - implicada. Fuera de las matemáticas siempre nos sentimos implicados. De un modo u otro todo nos afecta."

Y, sin embargo es la implicación hasta la médula lo que le lleva a encontrarse consigo misma, y por ello a curarse o, al menos, a no estar tan pendiente de la báscula y su aspecto físico. Un viaje a Londres con su padre, una fotografía de un indio sioux americano de la que se enamora perdidamente, y la historia que hay detrás de esa instantánea harán que Sonia se replantee su lugar en el mundo, hasta el punto de intentar cambiarlo...de algún modo.

"Con sumo cuidado, como si hilvanara las cuentas de un collar, Sonia reconstruyó una historia que no contaban los libros de texto (...) Los sioux creían que el espíritu sobrevivía a la muerte, pero que solo descansaba cuando el cuerpo volvía a casa. Eso era lo que ella había leído. Pensó que tendría que hacer algo al respecto, que ese podría ser su objetivo."

La historia fue la ganadora del IV Premio Alandar de Narrativa Juvenil en el año 2004. Muy buena historia, buena documentación, con una original forma de hablar de superación entremezclada con un trágico suceso del pasado, la complicada relación con los padres, la filosofía de vida de los sioux, la anorexia, todo en uno muy bien hilvanado. Fantástico descubrimiento.
(Tit: La foto de Portobello. Muñoz Puelles, V. Edelvives, 2004)

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