La giganta

 

Érase una vez una niña que vivía en una isla en medio del mar junto a su padre, un caballero. Un día éste le hace una terrible revelación: existe una giganta que está convirtiendo a todas las personas en piedra, y él debe partir para luchar contra ella. La niña se queda sola, y por las noches tan solo puede decirle buenas noches a su reflejo del espejo. Los días pasan y su padre no vuelve, así que decide ir en su busca. ¿Le encontrará y podrá regresar con él a casa? ¿Tendrá también ella que luchar contra la giganta? Si su padre no ha conseguido vencerla...¿Quién le asegura que ella no correrá la misma suerte?

Una historia de valentía, donde el amor se impone a la soledad, la tristeza, y donde se hace patente que, como dice el refrán, "más vale maña que fuerza". Pero también presenta un viaje, un viaje iniciático que llevará a la pequeña a enfrentarse al mal para tartar de salvar lo que más ama. No es una idea original, hay cientos de cuentos que hablan de tierras baldías donde reina la tristeza, el miedo, donde todo es gris y la vida parece haber muerto, unas veces debido a las malas artes de una bruja, otras por la presencia de seres mágicos, otras tantas por la ambición humana con ayuda de hadas oscuras. No, no es nada nuevo pero siempre funciona, será que no nos cansamos de ver como el Bien vence siempre... o casi. Las ilustraciones en tonos grises con ligeras pinceladas de color acompañan perfectamente a esta clásica historia de la lucha entre el bien y el mal. 

La giganta (Anna Hoglund. Ekaré 2021)