¿Cuanta tierra necesita un hombre?
Pahom es un campesino de la estepa rusa al que le van muy bien las cosas. Y así se lo hace saber su mujer a su hermana mientras beben una taza de te, explicándole encantada la vida en el campo, en comparación con la gran ciudad (Existe, ya os lo digo yo, cierta rivalidad entre mabas hermanas, dispuestas ambas a echar un pulso para ver cual de ellas vive mejor) Cuando la visita concluye, el marido también parece haberse picado con la conversación que ha escuchado, y le comenta ufano a su esposa:
"- La única pega es que disponemos de poca tierra. Si tuviera toda la que quisiera no tendría miedo de nadie, ni siquiera del diablo"
Ainssssssss, hay que tener mucho cuidadito con lo que se dice, o se pide, porque nunca sabes quien puede estar escuchando:
"- De acuerdo - pensó el diablo - Haremos una apuesta tu y yo: te daré mucha tierra, y gracias a ella te tendré en mi poder"
Y efectivamente así sucede. Las ciurcunstancias van haciendo que el campesino tenga cada vez más tierras, y más, y más, y más.........Pero nunca le es suficiente. Hasta que un día...
" - Esta será la marca - dijo - Partirás de aquí y volverás. Y toda la tierra que recorras será tuya"
Estas son las palabras del jefe de los bashkiris, una de las tribus de la estepa que molestan las ansias de expansión de Pahom, y que acuciado por el campesino decide pornerle una prueba que el piensa insalvable, y que le hará rendirse. Lo que no sabe es el ser tan egoista y descerebrado que tiene enfrente.
¿Y cómo acaba la historia? Pues....fatal, pero no digo nada porque su lectura es una auténtica enseñanza de cómo la ambición, cuando no tiene medida ni razón, no es buena.
Otro clásico para chavales, y en este caso con las estupendas y siempre recomendables ilustraciones de Elena Odriozola.
(Tit: ¿Cúanta tierra necesita un hombre? Tolstoi, L. Nordica, 2011
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