La chica que hablaba oso

 


"Miro hacia el lugar por donde salió volando el camachuelo, pero ya no está. Me digo que en realidad no lo he entendido, que me lo habré imaginado, a pesar de que en mi interior sé que no es así. Las copas de los árboles susurran y la nieve rezuma secretos. Siento la atracción del bosque, más fuerte que nunca. En algún lugar, oculta en la oscuridad, se esconde la verdad de mi pasado".

Yanka vive con su madre adoptiva, Mamochka, muy cerca del Bosque de las Nieves, en un pueblo en el que cada vez se siente más extraña. Tiene vagos recuerdos de la niña que fue criada por una osa, y del día en que se quedó dormida en los brazos de su madre cuando la recogió de esa osera en la que vivía. Pocos recuerdos más tiene, y eso la atormenta porque se sabe diferente al resto de los niños del pueblo, y porque no sabe quienes fueron sus padres, si la quisieron y la perdieron, si no la quisieron y la abandonaron...

Solo sabe que su familia la componen Mamochka, Sasha su único amigo y Anatoly, que cuando regresa de una de sus expediciones le cuenta historias preciosas sobre princesas, osos y dragones en las que ella cree encontrar las respuestas a sus preguntas.

"-Mis historias encierran algo de verdad - susurra Anatoly, que me acerca un pryanik. Sonrío y le doy un bocado a la galleta. Y él empieza su relato, como hace siempre, con "érase una vez..."

Pero un día, tras intentar escalar la muralla de hielo que han hecho los niños para jugar, Yanka se cae desde una altura considerable. Algo muy grave ha debido suceder, ha perdido la consciencia y cuando despierta... ¡Ay, no puede ser!

"Con las manos temblando, me subo la falda, Las botas no se acaban. Me sobrepasan los tobillos y las rodillas. La sangre se me va del rostro y el corazón me golpetea el pecho. No son botas. Ni pantalones. Son mis piernas".

Sus piernas se han convertido en unas gruesas patas de osa con pezuñas y todo. ¿Qué está pasando? ¿Cómo puede ser que esté sucediendo esto precisamente ahora? Llevaba un tiempo sintiéndose rara, parecía incluso entender lo que hablaban los árboles, el viento, y lo que le decían los animales... Pero ahora... ¡Hasta entiende las protestas de Ratonero, su comadreja domesticada! 

Si, la vida de Yanka no volverá a ser la misma. Decide dejarse guiar por su instinto y adentrarse en el Bosque de las Nieves acompañada de Ratonero y allí vivirá aventuras con las que nunca habría soñado, enfrentándose a lobos hambrientos, brujas, dragones, y sobre todo conocerá la maldición que pesa sobre su familia  ¿Quién es Yanka? ¿Osa o humana? Y una vez rota la maldición, tendrá que tomar una difícil decisión... ¿Qué elegirá? 

Una historia muy bonita, no ya por lo que cuenta y los temas que toca como la importancia de la familia, la amistad, el coraje de ser uno mismo, el valor de enfrentarse a los retos por muy difíciles que sean, o el sentimiento de pertenencia, sino por abordarlo a través de leyendas del folclore eslavo. La Baba Yagá y su casa con patas de gallina, el símbolismo del oso como animal totémico, el tilo como árbol sagrado, además de la presencia constante de los impresionantes bosques nevados, los lobos... Todo ello narrado de forma espléndida y con unas ilustraciones maravillosas. Muy original y muy bien escrito. 

La chica que hablaba oso (Sophie Anderson; ilustraciones Kathrin Honesta. Errata Naturae 2024)


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