El viejo y la margarita


Saturada ya de tantos te quieros, arrumacos y besos, he decidido escoger, para estos últimos días del mes, historias de amor diferentes, aunque no por eso dejan de ser amorosas, tiernas y hermosas, todo lo contrario, ya lo vereis. Empezamos con ésta: un anciano, una maragarita y...

"Un día el viejo se dió cuenta que su flor no le escuchaba (...) así que se acercó más a la flor.
- ¿Cómo dices?.
Y entonces fue cuando lo vió. Las hojas de su margarita...¡Estaban llenas de pulgón!"

Varios paseos en bici hasta la biblioteca para tratar de encontrar solución no sólo a estos pulgones si no a posteriores: arañas, escorpiones, mariquitas...¡buhos!. Por fin, después de tanto paseo y tanta lectura, encuentra la solución definitiva.

"El viejo estaba feliz: se había librado del pulgón, ya podía ver su flor..."

¿Y...?... la última hoja es un misterio que tendreís que ver vosotros mismos, pero...¡Chissst! sin hacer ruido, por favor.
Curiosa historia de un curioso amor: el amor a las plantas, a la Naturaleza, a las flores, a la dedicación por mantener otro ser vivo, más pequeñito que nosotros, sano, alegre, vivo.
(Tit:El viejo y la margarita. Aliaga, R, Guridi. Narval, 2012)

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