Los bebedores de tinta
Resulta una auténtica lata el que no te gusten nada, lo que se dice nada, los libros, y tu padre sea librero, y lo que es peor encima tengas que estar en la librería cuidando de aquellos seres inertes repletos de palabras que no te interesan lo más mínimo. Si, la verdad que debe ser duro y, aunque yo no lo entienda porque no hay cosa más maravillosa que leer, lo cierto es que me hago cargo del trago por el que debe pasar Daniel, el protagonista de esta historia. Sería como, pongamos por caso, que a mi hermana la pusieran a trabajar en una pastelería, porque no le hace ni pizca de gracia el dulce. Ya se que no conocéis a mi hermana, pero es un ejemplo que quería poner para "ilustrar" la fobia que tiene este muchacho....espero que no os haya parecido mal...... Vale, sigo.
Pero esta fobia de Daniel por los libros o, mejor dicho, por su contenido, va a cambiar el día en que hace su aparición por la librería, como levitando (eso dice el) un extraño personaje al que, disimuladamente, sigue hasta descubrir que, utilizando una pajita, se bebe los libros. Lo habéis oído bien, como si de una limonada se trataran, se bebe sus palabras, una tras otra, como sediento de aventuras, de historias, de....TINTA!!!!!.
Por que eso precisamente resulta ser este extraño ser, un vampiro, pero no un vampiro cualquiera, si no un vampiro que se alimenta de tinta y que necesita de sitios como la librería del padre de Daniel para alimentarse. ¿Y que sucede cuando este Drácula de las letras descubre al muchacho que le está espiando?....Ni lo queráis saber!!!.... ¿Ah! que si que lo queréis saber?....no se, pensaba que os daba un poco de miedo... porque es para tenerlo.....
Pues sucede que, evidentemente, le muerde, como todo vampiro que se precie, y a partir de ese momento Daniel necesitará la tinta de los libros, sus letras, palabras, y aventuras, que irán calmando su sed, porque ahora se ha convertido también el en un bebedor de tinta..... Digo yo que hay modos más normales de hacer que los niños lean, ¿no?.
Divertida, diferente (al menos es un vampiro que se sale de lo habitual), entretenida, muy útil para enganchar a primeros lectores, y la primera de una serie de aventuras que ya iré contando porque me ha encantado este primer libro. Así que... Continuará......
(Tit: Los bebedores de tinta. Sanvoisin, E. Edelvives, 2005)
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