El prodigioso viaje de Edward Tulane
Aunque, a mi modo de ver, esta historia tiene algunas incongruencias que se repiten a lo largo de todo el libro, a saber: el conejo no dice nada, no tiene vida, pero si podemos apreciar sus estados de ánimo: risueño, melancólico, hastiado... ¿si no tiene vida como va a poder expresar sentimientos? ¿tan sólo es un muñeco, o en realidad sus sentimientos no son más que reflejo de los nuestros como lectores?.... O la figura de la abuela Pellegrina, a veces parece amable y cariñosa, pero con un doble fondo de lo más siniestro ¿Esa mirada que lanza al pobre conejito? ¿Sabe más de lo que aparenta?, ¿Por qué no se ha quedado con el mientras la niña y la madre viajan? ¿Presiente lo que va a suceder?....
Bueno, comienzo por el principio, que será mejor. Edward Tulane es un conejo de porcelana que vive a las mil maravillas en una casa "con posibles" y que pertenece a una niñita encantadora que lo trata como si realmente tuviera vida. Pero todo cambia en la vida de este maravilloso y privilegiado muñeco, cuando la familia decide hacer un viaje en barco, por cuya borda caerá hasta las profundidades del mar...¿Está todo perdido? ¿Pasará Edward a convertirse en otra "basura" más de las que pueblan las inmensidades marinas?. El destino, benévolo con el conejito en toda esta historia a pesar de todo, hará que una tormenta tremenda le arranque de las profundidades, y de vuelta a la superficie sea recogido por un anciano pescador que se lo regala a su mujer.
A partir de aquí se suceden las idas y venidas de unas personas a otras. Cambiará de sexo y de atuendo, vivirá como un bebé con los ancianos, será el motivo de los celos de una hija un tanto psicótica, pasará a convertirse en basura junto con miles de enseres más, compartirá fuego y conversación con un vagabundo y su perro... y poco a poco el destino le llevará, de nuevo, tras muchos años y muchas aventuras, al punto de partida, no sin antes aprender (¿aprender?...¿pero no era un muñeco?..Ahhh que los muñecos también aprenden de las cosas de la vida,al menos si de las más importantes: del amor con mayúsculas, o de la gratitud. ¿Eso puede ser?...en esta historia si)...le llevará, iba diciendo, a los brazos de la que una vez fue su niña, su dueña y que ahora se ha convertido en... Vais a tener que leerlo porque no digo más...bueno si!, a pesar de las contradicciones dichas, de que a ratos es angustiosa, triste, ¿tierna?, dramática, sensiblera, y en algún momento la autora se regodea en el dolor (Parece que no me ha gustado, pero no es verdad) no dejéis de leerla, al fin y al cabo la vida también es así, a veces (A eso me refería, a veces la vida tampoco me gusta mucho, pero...)
Las ilustraciones maravillosamente acordes al ambiente melancólico de la historia. La primera es de una tremenda belleza, expresando magníficamente la soledad y la privilegiada situación del muñeco de porcelana. La del capítulo 27 es una introducción fantástica: la entrada en una tienda de una persona con un paraguas. No se le ve la cara, pero se intuye...muy bonita, sin duda. Y la del capítulo 10, cuando Edward (Susana) vive con los ancianos...como una simple silla de bebé puede mostrar tanto.
(Tit: El prodigioso viaje de Edward Tulane. DiCamilo, K. Noguer, 2007)
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